A veces te asombra que las cosas funcionen, básicamente porque nadie sabe cómo (o casi nadie).
Resulta que para un trabajo tengo que hacer una especie de comparación literaria. El asunto es que el trabajo es sobre un libro y para la comparación necesito otro. Habrá que poner alguna cita para corroborar la comparación, así que el otro libro es necesario. ¿Problema? Que el libro es en alemán.
En la biblioteca de la universidad no lo tienen. Me lo podría comprar, pero eso vale pasta y no me interesa demasiado, porque no sería comprar un libro en VO, y, además, ya me lo he leído en castellano y la traducción es buena. Me ofrecen una solución chiripitifláutica (!): el préstamo interbibliotecario.
Yo, de provincias, vengo a la city a estudiar. El libro guiri, desde provincias, viene a la ciudad a ser estudiado. Qué ironía.
Esta semana he recibido la notificación de que el libro ha llegado, cosa magnífica después del extraño formulario que tuve que rellenar. Voy a buscar el libro.
Pensaba que, al ser una novela y al haberlo pedido desde allí, debería ir a buscarlo a la biblioteca de letras. En el mostrador me miran con cara de incógnita y me dicen que allí no "suelen" recibir libros. Ese verbo "soler" no me sonó serio. Me enviaban a la biblioteca de comunicación (un poco lejos, en el campus) por si estaba allí.
Como digo, el verbo "soler" suena a que a veces sí, pero más bien no. Me confirman que "a veces" reciben libros, pero en la planta 3 (en la planta 3?????????? si, en la planta 3). Prefiero mirar primero en la planta 3, para no tener que ir a comunicación y descubrir que el libro estaba tres plantas más arriba de donde ya había estado.
En la planta 3 me confirman que "a veces" reciben libros, pero sólo para profesores; los libros de los alumnos, efectivamente, llegan a la biblioteca de comunicación (ein?? mande??). Bien, una cosa ya la sabemos segura.
Biblioteca de comunicación. En el mostrador me vuelven a redirigir. Esta vez hacia la planta 1. Nunca me había parado en la planta 1. Sé que en la 2 y en la 3 hay libros, pero en la 1...? Despachos ¡cerrados! sin ningún rastro de alumnos universitarios buscando préstamos interbibliotecarios.
Primera parada: despacho 1. Irrumpo en la intimidad oficinil de alguien que me indica que es la siguiente puerta.
Segunda parada: siguiente puerta. Está abierta. Gran sala, muchas mesas sin separadores, chaquetas, cajas, trastos... vida laboral, vaya. Con el pequeño y pintoresco detalle que, menos uno, todos esos puestos de trabajo están... ¡libres! ¿Dónde estarán los que los deberían ocupar?
A lo largo de la pared de la sala, despachos cerrados. La persona que está más cerca de mi está en uno de ellos, con la puerta abierta. La chica, con la misma pinta de guiri que yo, pero en versión "algún-lugar-del-hemisferio-sur", me mira con cara de estar pensando socorro, no me preguntes a mí. Me indica con señas que vaya hacia allí, donde está la chica que tiene a su disposición muchas mesas de trabajo.
Por fin llego a mi destino: el libro está allí. Me recuerda que no tengo que pasar por el mostrador y que, al devolverlo, vuelva "aquí". ¿Aquí? Después de tantas vueltas, ese "aquí" ya no sé qué quería decir. "Aquí" en la biblioteca de comunicación, "aquí" en el despacho con muchas mesas vacías, "aquí" en la única mesa que está ocupada por mi persona, "aquí" a mi persona...¿? Igual es una idiotez, pero ese cúmulo de informaciones laxas me emezaba a crispar.
Al menos tengo el libro.
Ah, el libro es El extranjero, de Albert Camus. Me encanta este libro. Como dije antes, la versión en castellano está muy muy bien traducida, da gusto. Es uno de mis libros preferidos. Aprovecharé para releerlo mientras hago este trabajo.
Un saludo a todos. Los que me conocéis... ¿Os habéis fijado con qué [inserte adjetivo aquí] puedo alargar una anécdota hasta que se te quitan las ganas de leerme o escucharme?
Es una especie de metáfora pictórica... cuando pintaba, por grande que fuera el lienzo, tendía a coger piceles tirando a finos. Es que los detalles son importantes.
Resulta que para un trabajo tengo que hacer una especie de comparación literaria. El asunto es que el trabajo es sobre un libro y para la comparación necesito otro. Habrá que poner alguna cita para corroborar la comparación, así que el otro libro es necesario. ¿Problema? Que el libro es en alemán.
En la biblioteca de la universidad no lo tienen. Me lo podría comprar, pero eso vale pasta y no me interesa demasiado, porque no sería comprar un libro en VO, y, además, ya me lo he leído en castellano y la traducción es buena. Me ofrecen una solución chiripitifláutica (!): el préstamo interbibliotecario.
Yo, de provincias, vengo a la city a estudiar. El libro guiri, desde provincias, viene a la ciudad a ser estudiado. Qué ironía.
Esta semana he recibido la notificación de que el libro ha llegado, cosa magnífica después del extraño formulario que tuve que rellenar. Voy a buscar el libro.
Pensaba que, al ser una novela y al haberlo pedido desde allí, debería ir a buscarlo a la biblioteca de letras. En el mostrador me miran con cara de incógnita y me dicen que allí no "suelen" recibir libros. Ese verbo "soler" no me sonó serio. Me enviaban a la biblioteca de comunicación (un poco lejos, en el campus) por si estaba allí.
Como digo, el verbo "soler" suena a que a veces sí, pero más bien no. Me confirman que "a veces" reciben libros, pero en la planta 3 (en la planta 3?????????? si, en la planta 3). Prefiero mirar primero en la planta 3, para no tener que ir a comunicación y descubrir que el libro estaba tres plantas más arriba de donde ya había estado.
En la planta 3 me confirman que "a veces" reciben libros, pero sólo para profesores; los libros de los alumnos, efectivamente, llegan a la biblioteca de comunicación (ein?? mande??). Bien, una cosa ya la sabemos segura.
Biblioteca de comunicación. En el mostrador me vuelven a redirigir. Esta vez hacia la planta 1. Nunca me había parado en la planta 1. Sé que en la 2 y en la 3 hay libros, pero en la 1...? Despachos ¡cerrados! sin ningún rastro de alumnos universitarios buscando préstamos interbibliotecarios.
Primera parada: despacho 1. Irrumpo en la intimidad oficinil de alguien que me indica que es la siguiente puerta.
Segunda parada: siguiente puerta. Está abierta. Gran sala, muchas mesas sin separadores, chaquetas, cajas, trastos... vida laboral, vaya. Con el pequeño y pintoresco detalle que, menos uno, todos esos puestos de trabajo están... ¡libres! ¿Dónde estarán los que los deberían ocupar?
A lo largo de la pared de la sala, despachos cerrados. La persona que está más cerca de mi está en uno de ellos, con la puerta abierta. La chica, con la misma pinta de guiri que yo, pero en versión "algún-lugar-del-hemisferio-sur", me mira con cara de estar pensando socorro, no me preguntes a mí. Me indica con señas que vaya hacia allí, donde está la chica que tiene a su disposición muchas mesas de trabajo.
Por fin llego a mi destino: el libro está allí. Me recuerda que no tengo que pasar por el mostrador y que, al devolverlo, vuelva "aquí". ¿Aquí? Después de tantas vueltas, ese "aquí" ya no sé qué quería decir. "Aquí" en la biblioteca de comunicación, "aquí" en el despacho con muchas mesas vacías, "aquí" en la única mesa que está ocupada por mi persona, "aquí" a mi persona...¿? Igual es una idiotez, pero ese cúmulo de informaciones laxas me emezaba a crispar.
Al menos tengo el libro.
Ah, el libro es El extranjero, de Albert Camus. Me encanta este libro. Como dije antes, la versión en castellano está muy muy bien traducida, da gusto. Es uno de mis libros preferidos. Aprovecharé para releerlo mientras hago este trabajo.
Un saludo a todos. Los que me conocéis... ¿Os habéis fijado con qué [inserte adjetivo aquí] puedo alargar una anécdota hasta que se te quitan las ganas de leerme o escucharme?
Es una especie de metáfora pictórica... cuando pintaba, por grande que fuera el lienzo, tendía a coger piceles tirando a finos. Es que los detalles son importantes.
3 comentarios:
Yoooo¡¡¡
Me estabas recordando terriblemente a la historia de Astérix en "La residencia de los Dioses" :DD
Por otro lado coincido con vos talmente el lo poco serio del verbo soler y además me parece un verbo feo donde los haya
Yo suelo venirme al suelo y me consuelo porque solo suelo +_+
ja em diras llibres q t han agradat, pq pugui llegir. he acabat un llibre i tinc dubtes..
Oye, yo lo he leído todo y me ha encantado!
Qué he ganado? Un masaje en las ubres??? Dime que sí, porfis, dime que síiiiiiiiiiiiiii
Muuuuuuuuuuuuuuuuuuuu
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