Extraño

Está claro que este estampado de fondo y estos colores ya no me inspiran. Al menos, no siempre.

No debía empezar así este post. Ayer en el coche pensaba en cómo iría articulado y en cómo sería lo siguiente.

Soy una heavy que viste de colores. Tengo un blog de colores. No tengo avatars de muerte (menos uno, de una barbie ensangrentada), mis avatars de mesenger son de lo más afable. Pero sigo yendo a mis locales preferidos. Pero en mi versión de colores.

A veces me pregunto en qué momento me despisté y cómo he acabado aquí. Aunque los colores no son para nada el problema, los colores demuestran algo. De hecho, no me importa lo más mínimo ir de colores locos en lugares en los que el forro de la capa del conde drácula destaca por no ser negro... al contario, me da mucha gracia dar ese cante tan absurdo.

Pero estoy dividida porque solo representa una cara de la moneda y, como he dicho más de una vez, no es bueno obviar o ignorar la otra (al menos, para quien tenga dos caras).

Por este motivo habrá en este universo bloguero un alter ego mío al que hace mucho tiempo que no cultivo. Para los días coloridos habrá un blog, para recuperar y diagnosticar a mi alter ego habrá otro.

Y nada mejor que el anonimato para poder sincerarse.

Hasta luego!