Antes de ir a Seminario de Traducción Especializada Inversa Castellano - Alemán (abreviado STEBI) he pasado por esta aula de ordenadores, por vicio, para matar el tiempo y en ocasiones para avanzar cosas de clase.
He podido observar a más especímenes de mi futura ex-facultad. Ha entrado un chaval con un cierto toque andrógino, vestido con un toque retro y bastante vistoso y el pelo como crepado pero liso, como un ponpón -un estilazo, en realidad-.
Parecía notas porque al entrar ha saludado a toda la primera fila de ordenadores (ha saludad a los que usaban el ordenador, se entiende) y luego se ha ido a sentar. Al cabo de 5 min. ya volvía a estar de pie hablando con una tía sobre no-sé-qué en voz alta, como para compartirlo con todos.
Al principio me pareció irritante, pero la sana indiferencia volvió a mi cabeza y me dediqué a mis cosas... hasta que las dos listas de mi lado se han empezado a burlar de él. Y no me refiero a que se rieran de su americana anticuada (cuyo eufemismo sabemos que es"retro") ni de su extraña cara... sino que se pusieron a especular sobre la infancia del sujeto, entre otras cosas.
Cuidado... hablaron las psico-socio-antropólogas (lo digo por el trabajo que estaban haciendo). Me giro, las miro y me doy cuenta de que la primera en hablar lleva el pelo igual que el retrochico, pero más largo.
No entiendo a muchas personas... a casi ninguna.
martes, marzo 13, 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
¿Entender? No hay nada que entender. Es mejor destruir.
:)
Recuerda que las comunas del abuelo de Heidi sí existen y que en ellas hay muchas cabritas y plantas tomateras. Feliz.
Publicar un comentario